Uno de mis primeros recuerdos de niña es un bolígrafo, un mantel de papel y la espera de una comida familiar en una soleada tarde de domingo. Este simple acto de creatividad, dibujar mientras esperábamos la comida, despertó en mí una alegría que me ha durado toda la vida.
Mi viaje artístico comenzó con el manga, y luego evolucionó de forma natural hacia el dibujo en vivo. Me sentía atraída por las revistas, que utilizaba como recurso para perfeccionar mis habilidades y profundizar en mi comprensión de las estructuras, las proporciones y la perspectiva. Esta exploración no solo tenía que ver con mejorar técnicamente, sino también con alimentar una pasión que me acompañaba desde aquellos primeros almuerzos familiares.
En 2011, mi aventura dio un nuevo giro cuando me trasladé a Dublín por motivos de trabajo y me matriculé en un taller de ilustración. Esta experiencia fue un patio de recreo de diferentes medios y estilos, que culminó en una exposición pública que realmente me motivó a abrazar la diversión en mi trabajo. Esperaba con impaciencia ver mis creaciones enmarcadas y expuestas en las paredes del Film Base de Temple Bar, rodeadas de las obras de otros ilustradores aficionados de gran talento.
El tema de mi obra era "Cosas que me han hecho gracia desde que me mudé a Dublín". A pesar de llevar sólo un año viviendo en Irlanda, enseguida me di cuenta de que los españoles y los irlandeses compartimos el mismo sentido del humor, sobre todo en nuestra capacidad para reírnos de nosotros mismos. Esta perspectiva, vista a través de los ojos de un expatriado español que se adapta al nuevo clima, a las nuevas rutinas y a la aventura diaria de la vida en Dublín, puede no haber resonado con todo el mundo. Sin embargo, fue un intento sincero de conectar con mi nuevo entorno y celebrar la alegría común que encontramos en la risa. Estas son dos de las ilustraciones de la serie de seis dibujos que preparé para la exhibición!
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